Tengo un coche 100% eléctrico: tres conductores nos cuentan lo que más les ha sorprendido

En este artículo encontrarás:

 

• El ahorro económico se nota en semanas
  
• La seguridad de marcha es absoluta
• Son coches increíblemente limpios
• Las cargas son mucho más breves de lo esperado
• Y con muchos espacios de almacenaje

 

 

Muchos conductores no son aún conscientes de la enorme revolución que suponen los coches 100% eléctricos. La lentitud del parque español a la hora de renovarse, unida (o motivada) a unos precios más elevados (aunque ahora hay muchas ayudas para fomentar su compra) y las dudas generadas entre los conductores, han provocado que las ventas de este tipo de vehículos sean todavía minoritarias. 

Sin embargo, la irrupción de modelos como Nuevo Dacia Spring, que acercan esta tecnología a todos los bolsillos, va a corregir muchas ideas preconcebidas... y a sorprender incluso a quienes ya tenían ganas de estrenar un eléctrico. Prueba de ello son los testimonios que hemos recogido para este artículo.

Hemos tenido la oportunidad de hablar con tres conductores que ya partían de una idea bastante positiva de lo que era la movilidad eléctrica cuando decidieron adquirir un coche a baterías. Lo que no esperaban era descubrir aspectos totalmente inesperados, superando incluso sus elevadas expectativas. Son: Ximo A.S., empleado de una empresa de energías renovables, Ana B.B., jubilada, y José María L., profesional autónomo. Así les ha sorprendido el coche eléctrico.

El bajo precio de la electricidad en relación a la gasolina o el diésel es lógicamente un poderoso argumento de venta a favor de los eléctricos. Pero muchos de sus usuarios se han sorprendido al comprobar la velocidad con la que han rentabilizado la inversión inicial que supone su compra. Con un precio por debajo de los 20.000 euros en el modelo de entrada ( con las ayudas de la marca del Plan MOVES), Nuevo Dacia Spring es uno de los eléctricos más económicos del mercado, y no hay que rodar miles de kilómetros para notar la diferencia en el bolsillo. 

 

De hecho, ni siquiera la instalación de la infraestructura eléctrica necesaria es especialmente costosa. Por unos 1.500 euros se puede tener un punto de carga en casa, y con la gasolina alrededor de 1,5 euros el litro, muchas personas pueden amortizar ese pequeño desembolso extra en menos de medio año. 

 

El ahorro económico puede ser doblemente sorprendente si se posee capacidad de generación eléctrica. Ana B.B. se desplaza sobre todo para disfrutar del campo gracias a una casa familiar que tiene a las afueras de Zaragoza y que dispone de paneles solares. Su energía es, literalmente, gratis. "Llego, aparco en el garaje y me olvido de todo hasta que me voy el domingo por la tarde", explica.

Además, tampoco hay que olvidarse que, con la etiqueta cero que atesoran, pueden circular en las Zonas de Bajas Emisiones sin restricciones, incluso si hay limitación por alta contaminación, y están exentos de pagar en los estacionamientos regulados.

El silencio de marcha es, sin duda, uno de los grandes y más conocidos alicientes de los vehículos eléctricos. El cambio del viejo concepto térmico de pistones movidos por explosiones de combustible al sistema de alimentación mediante baterías ha hecho posible una circulación sin más ruido que el generado por la aerodinámica y el contacto con el firme. Pero también una circulación mucho más segura, y no solo por las avanzadas tecnologías ADAS que incorporan modelos recientes como Dacia Spring, que también cumple con la nueva y más estricta normativa GSR2. Vigente desde julio, contempla la incorporación de asistentes para la detección de obstáculos, marcha atrás, frenada automática mejorada, aviso ante posible colisión, etc.

 

José María L., que por su actividad tiene que desplazarse con frecuencia fuera de su ciudad, lo aprecia sobre todo en los adelantamientos. "No hay una reducción en el ritmo ni te exige subir de marcha para adelantar. El motor del coche te da lo que quieres. En mi antiguo SUV se notaba un poco el cambio automático al pisar con fuerza el acelerador, como si a partir de cierto punto pegara un empujón, pero ahora es tan progresivo que ni te enteras", señala.

 

La falta de problemas a la hora de bajar o subir de marcha con respecto a su viejo utilitario es también un punto que ha seducido a Ana B.B., que solo coge el coche los fines de semana, y a veces tiene que lidiar con más tráfico del deseable. "Es un coche que no te hace pensar. Si no fuera porque tienes que fijarte en la carretera, casi ni parece que estás conduciendo". “Tú llegas al destino y no estás cansado”, apostilla Ximo A.S..

Otra ventaja sorprendente de los eléctricos es que son inesperadamente limpios. No hay gasolina ni es necesario comprobar de forma tan frecuente su correcta lubricación, por lo que su mantenimiento es muy agradecido. "Yo lo noté mucho en el garaje", señala José María L. "Con el paso del tiempo, todos los coches que he tenido han terminado dejando un charco de aceite, y ahora no tengo que preocuparme de esas cosas".

Ana B.B., por su parte, lo ha notado en las rarísimas veces que utiliza un punto de carga. A diferencia de lo que sucedía cuando visitaba una gasolinera, no tiene que subirse las mangas ni teme por su calzado. "Ya no me mancho como cuando echaba gasoil y estaba la tapa pegajosa. En comparación con mi anterior coche, es casi como cargar el móvil".

¿Pero qué sucede con los tiempos de carga? ¿No son el problema que se cree? Lo cierto es que no es así. Ximo A.S., que utiliza el coche con asiduidad, rompe este mito. "Normalmente nunca tienes que llenarlo por completo porque ya has salido con la batería cargada de casa". "Yo igual gasto el 80%", declara, por lo que sus tiempos de carga son muy manejables. Más de lo que imaginaba cuando compró su coche.

En el caso de José María L., normalmente se desplaza a polígonos industriales para dar servicio a sus clientes. Y no le cuesta encontrar un punto de carga público, sea dentro de las propias instalaciones o en las gasolineras que abundan en sus inmediaciones. "Lo que hago es dejarlo cargando nada más bajarme, y a poco que me ocupe el trabajo, para cuando salgo ya está lleno o casi lleno. Hay muchos días que ni tengo que conectarlo al llegar a casa, porque solo con la carga que hace mientras trabajo es suficiente".

Por último, Nuevo Dacia Spring es un urbano 100% eléctrico pero espacioso. Podremos disfrutar de un maletero trasero que, para el tamaño del coche, tiene una capacidad líder en el segmento, con un volumen mínimo del maletero de 288 dm3 y un máximo de 1004 dm3.

Dispone, además, de 32,7 L de espacio de almacenamiento inteligente y cuatro cómodas plazas para adultos. A lo que hay que añadir sus prácticos accesorios, como el sistema de fijación YouClip y su portavasos multifunción.

Pero, si se necesita más espacio, por ejemplo para un uso profesional, sería recomendable optar por el modelo Dacia Spring Cargo, un coche 100% eléctrico, de dos plazas y una capacidad de hasta 1.085 dm3 de carga, y una autonomía de hasta 225 km en ciclo mixto.

Una ventaja más en una clase de vehículos que no solo plantean un cambio en la concepción mecánica del automóvil, sino que lo convierten en un medio de transporte más versátil y cómodo. Independientemente del tipo de conductor que seamos.

 

 

sobre el autor

Alberto Ballestín

periodista especializado en motor