Sobre Dacia
19/3/2024
Puede parecer paradójico, pero el desarrollo de un vehículo asequible para todos los consumidores puede ser un desafío incluso mayor que la creación de un coche de la gama más alta con infinidad de extras y lujos. Numerosos fabricantes han intentado ofrecer coches económicos, pero ha sido a costa de reducir equipamientos, confort o seguridad. Desde el principio, Dacia vino a cambiar las reglas del juego y ofrecer no solamente vehículos económicos, pero también modernos, fiables y seguros. ¿Pero cómo se ha logrado Dacia este éxito cuando el resto de marcas no lo han conseguido?
La reputación de Dacia como fabricante de vehículos asequibles y fiables comienza en su propia cuna. El Centro Técnico de Titu, situado a 45 minutos de Bucarest, capital de Rumanía, acoge unas instalaciones punteras donde cada uno de los componentes que forman sus coches son llevados al límite. Comprueban desde las tolerancias en el encaje de las distintas piezas mecánicas y de la carrocería al cumplimiento de las especificaciones internas de cualquier elemento imaginable, desde la resistencia a la corrosión de las piezas expuestas a los elementos al número de veces que hay que activar un mando hasta provocar su mal funcionamiento.
Allí, dos laboratorios técnicos simulan las condiciones que pueden experimentar un vehículo Dacia en un entorno costero, por ejemplo, pero también se encargan de vigilar que la calidad de los polímeros utilizados en la fabricación de las piezas de plástico se mantiene constante durante toda la producción de un vehículo, evitando su deterioro por la acción de los rayos ultravioleta. Esta prueba, por ejemplo, es necesaria para saber que las carcasas de los faros no se blanquearán con el paso de los años, requiriendo la exposición de diversas muestras a 3.000 horas de "bronceado" usando una máquina especial.
No son las únicas pruebas que se realizan en Titu. Los laboratorios también comprueban la resistencia de las superficies internas y externas a los arañazos, de forma que Dacia tiene la absoluta certeza de que tirar de las manetas o girar el volante usando anillos no será causa de desperfectos. O también estudian la acción de compuestos químicos presentes en la atmósfera de las ciudades, para evitar el deterioro de la pintura o piezas con acabados cromados, que en tantos otros coches no tardan en desarrollar picados.
Por supuesto, desde el parabrisas al equipo de entretenimiento, todos los componentes del coche deben ir integrados en algún sitio; un esqueleto robusto y fiable, pero que al mismo tiempo proporcione la seguridad y el confort de marcha propios de un coche moderno. Algo históricamente despreciado por algunas compañías que, al cabo de unos pocos años, han tenido que rendirse a la evidencia de que no basta con montar piezas nuevas sobre lo que en efecto es un coche viejo.
Tanto Dacia Duster como Dacia Sandero se benefician de una plataforma modular simple y extremadamente personalizable bautizada como CMF o Common Module Family. Lanzada inicialmente por el Grupo Renault en 2015, este sistema modular se compone de cinco bloques independientes, comprendiendo los ensamblajes anterior y posterior del tren de rodaje con sus respectivos componentes, la arquitectura electrónica, el motor y el habitáculo. A partir de ahí, es cuestión de ir sustituyendo piezas en función de las necesidades.
La flexibilidad innata de la arquitectura CMF permite desarrollar vehículos que abarcan desde el segmento A al C/D. Y puesto que lleva casi diez años en producción a lo largo y ancho de las marcas de Grupo Renault, su madurez está plenamente contrastada. Gracias a esta base técnica, Dacia recibe el esqueleto necesario para desarrollar algunos de los coches más fiables del mercado, pudiendo ajustar sus dimensiones y capacidades según lo requiera cada modelo.
Las capacidades técnicas del vehículo también son importantes de cara a garantizar su fiabilidad. A priori, esta apreciación también podría parecer contraintuitiva, puesto que a mayor número de elementos mecánicos o sofisticación, más posibilidades de avería aparecen. Pero una cosa son las condiciones de uso teóricas y otra muy diferente las reales. Por ejemplo, es muy habitual que los propietarios de un SUV diseñado estrictamente para un uso urbano terminen sacándolo de excursión, y ese paseo campestre va a devenir en un desgaste mucho más elevado o incluso en pequeños accidentes con reparaciones muy costosas.
Este es otro de los motivos por los que Dacia se ha convertido en una marca muy presente en el entorno rural español. Además de brindar una fiabilidad fuera de lo normal para su uso en carretera, algunos modelos cuentan con características especialmente interesantes para un uso menos delicado. Es el caso del nuevo Dacia Duster que, lejos de ser un turismo sobreelevado, propone un auténtico 4x4 con su correspondiente marcha reductora para superar pendientes con ángulos de hasta 30º en terrenos especialmente complicados.
Esta versatilidad multiusos le permite llegar con seguridad donde un todocamino convencional quedaría atascado o forzaría peligrosamente su mecánica, generando averías y desgastes que, a la larga (y a veces ni siquiera a la larga) terminan pasando factura
Sin embargo, no hay mejor demostración de confianza en la calidad de un vehículo que el respaldo de la propia marca. Más incluso que los informes técnicos o cualquier focus group. Y Dacia está tan segura de la fiabilidad de sus coches que es la única marca europea que ofrece hasta siete años de garantía realizando las revisiones correspondientes en la Red Dacia, e incluso aunque se haya hecho la última revisión en un centro no oficial, con haber seguido las recomendaciones de mantenimiento y volver a un taller Dacia, es posible beneficiarse de la Garantía Dacia ZEN.
En concreto, es una garantía que se activa al realizar la revisión oficial en la Red Comercial Dacia. Es válida durante un año, hasta que el vehículo cumpla siete años o hasta que tenga 150.000 km (lo que antes ocurra) y siempre que el coche haya sido mantenido anteriormente según las recomendaciones del fabricante. Siete años de tranquilidad incluidos en la revisión, una ventaja que muchos conductores sabrán apreciar.